Después de toda una vida trabajando, los pensionistas tienen derecho a una buena pensión. Es una cuestión de justicia, de respeto y de reparto equitativo. Mientras los políticos reciben una pensión de 4.250 euros, las pensiones belgas se encuentran entre las más bajas de Europa Occidental. Con una pensión media de 1.244 euros para los hombres y de 989 euros para las mujeres, los pensionistas ni siquiera pueden permitirse una residencia de ancianos, y mucho menos disfrutar de su jubilación.