Del 23 al 26 de noviembre, Bélgica fue testigo de una exitosa acción contra las medidas de austeridad y los recortes presupuestarios del gobierno derechista «Arizona», que culminó en una huelga general. El PTB, presente en 700 piquetes, tenía un mensaje claro: "Escuchen a los trabajadores y trabajadoras, escuchen el mensaje de quienes hacen funcionar el país cada día: No toquen nuestras pensiones, no toquen la indexación de nuestros salarios o nuestras primas nocturnas."