Hace 70 años se sembraron en Bandung (Indonesia) las semillas de un nuevo orden mundial. En la sala de fiestas de la antigua Sociëteit Concordia, los líderes de Asia y África se reunieron para presentar un frente unido contra el imperialismo y la dominación. El edificio -con un cartel en la entrada que rezaba "No se admiten perros ni nativos"- donde oficiales, hombres de negocios y dignatarios holandeses celebraron en su día su poder colonial, se convirtió en el escenario de la conferencia de Bandung, un hito en la lucha por la independencia y la autodeterminación. Lo que en un principio fue un bastión de la arrogancia colonial se ha convertido en un símbolo de liberación.