Una petición europea solicita la gratuidad de la vacuna contra el coronavirus

Entrevista
Author
André Crespin
Solidaire magazine

Aunque los gobiernos y la Comisión Europea están financiando a la industria farmacéutica con miles de millones de euros, nada garantiza de que todos los ciudadanos tengan acceso a la vacuna contra el coronavirus. Para que sea accesible a todos, la Izquierda Unitaria Europea y 10 partidos de izquierda están lanzando la campaña "Right2Cure" ("derecho a la salud").

¿Puedes explicar en pocas palabras por qué la Izquierda Unitaria Europea está lanzando esta campaña?

Kateřina Konečná. Nada es más valioso que la vida humana. Durante mucho tiempo fui la responsable del Parlamento Europeo en el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, especialmente durante las epidemias del Ébola y el Zika. Así que conozco la importancia de una rápida respuesta a las nuevas enfermedades. Y me temo que cuando se descubra la cura, aquellos que no puedan pagarla no tendrán acceso a ella.

Sin embargo, vemos que  la Comisión Europea paga miles de millones de euros a las empresas farmacéuticas multinacionales para que sean las primeras en desarrollar la vacuna...

Kateřina Konečná. Se suele financiar la investigación con fondos públicos, y la paradoja es que esto no significa que luego las medicaciones estén disponibles gratuitamente y en cantidad suficiente.

Marc Botenga. Es una locura si lo piensas bien. La industria farmacéutica está ganando mucho dinero, pero en una pandemia tan grave, son los gobiernos quienes deben pagar la investigación, el desarrollo y la inversión en una vacuna. Aunque se estén invirtiendo miles de millones de euros públicos, existe el  riesgo de que la vacuna se convierta en propiedad privada de una empresa farmacéutica multinacional gracias a las patentes. Si la Comisión Europea financia a la Big Pharma, es ante todo para apoyar a las multinacionales europeas contra las multinacionales americanas en la carrera por una vacuna. De acuerdo con su lógica, el primero que obtenga una vacuna le habrá tocado el premio gordo, ya que los beneficios serán enormes.

¿Las grandes compañías farmacéuticas quieren sacar provecho de la venta de esta vacuna?

Marc Botenga. La industria farmacéutica basa sus precios en lo que el paciente o un país está dispuesto a pagar. Esto le permite maximizar los beneficios de los accionistas. Como resultado, algunas vacunas cuestan mucho dinero. Y eso cuesta vidas. Todos los días. No podemos permitir que la Big Pharma se adueñe de la vacuna contra el coronavirus y decida el precio y el nivel de suministro.

Kateřina Konečná. Todos sabemos cómo funciona su "socialismo para los ricos". Primero, evitan pagar impuestos, contratan a lobistas para bloquear leyes que no les interesan y luego, en tiempos de crisis, piden a los gobiernos subsidios pagados con el dinero de los contribuyentes. ¡Ya basta! Lo que está en juego es la vida de la gente. La idea de que puedan obtener beneficios de esta vacuna es moralmente indecente.

¿Es realista pedir una vacuna y un tratamiento gratuitos sin patentes?

Marc Botenga. Es sobretodo necesario. Hace un siglo, el inventor americano Jonas Salk descubrió la vacuna contra la poliomielitis. Cuando se le preguntó quién patentó su invento, Salk dijo: "La gente. No hay patente. ¿Se podría patentar el sol?" Gracias a esto, la vacuna contra la polio llegó al mercado internacional libre de patentes y ahora la enfermedad está erradicada en muchas partes del mundo.

Kateřina Konečná. La vacuna contra el coronavirus debe considerarse un bien público y, por lo tanto, debe estar disponible gratuitamente y en cantidad suficiente. La investigación fue pagada directamente por los ciudadanos europeos o sus estados. No deberían tener que pagar de nuevo después. Las formas de hacerlo pueden diferir de un país a otro.

 

¿Creen que pueden ganar esta batalla?

Kateřina Konečná. Durante años he luchado contra las normas europeas que consideran los medicamentos como una mercancía ordinaria. Muchas personas entendieron durante esta crisis que los medicamentos, las vacunas o los dispositivos médicos no son como otros bienes. Es hora de repensar la medicina.

Marc Botenga. Nuestras exigencias son completamente realistas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha creado un fondo común de patentes, para reunir y compartir información sobre este virus a nivel mundial. La Unión Europea puede exigir que los medicamentos desarrollados con fondos públicos terminen en este fondo común. Bastaría con vincular esta obligación como condición a las subvenciones a la industria farmacéutica. Esto lograría que estos medicamentos fuesen accesibles para todos.

¿Y si la vacuna es desarrollada antes por una multinacional americana?

Marc Botenga. Los Estados europeos podrían romper esta patente mediante la concesión de licencias obligatorias (un mecanismo que permite a los fabricantes de medicamentos genéricos producir y vender un medicamento que todavía está patentado a cambio de una compensación a la empresa titular de la patente, NldR). Se necesita coraje político, pero es posible. Nelson Mandela lo hizo antes que nosotros. En la década de los 1990, la epidemia de SIDA se cobró innumerables vidas en Sudáfrica. El costo de los tratamientos era exorbitante. Una gran movilización de la población obligó a la industria farmacéutica a hacer accesibles estos medicamentos.

Y concretamente ¿Como haréis con la campaña?

Kateřina Konečná. La campaña está siendo lanzada por los partidos políticos, pero funcionará como cualquier otro movimiento social - desde abajo, y se basará en la compromiso y el amor. Las campañas se fundamentan en el duro trabajo de cientos y miles de personas, cuyos nombres tal vez no se publiquen en los periódicos, pero que son la verdadera fuerza motriz de una campaña exitosa e influyente. Habrá que tener en cuenta las diferencias nacionales. Por eso no será una campaña realizada desde Bruselas, Berlín, Madrid o cualquier otro lugar, sino un esfuerzo colectivo europeo. Actuaremos como iguales, juntos.

Marc Botenga. Queremos presionar a la Comisión Europea desde diferentes países. Junto con la Izquierda Unitaria Europea y más de diez partidos, lanzamos la campaña todos juntos, el mismo día, con la misma página Web y las mismas demandas. Luego, cada partido y movimiento lleva la campaña en su país.

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Kateřina Konečná es eurodiputada por el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (República Checa) y forma parte del Grupo de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL). En el Parlamento Europeo, se especializa en temas de salud. Es una de las 13 figuras políticas europeas que iniciaron esta petición.

Marc Botenga es diputado del PTB, también en el GUE/NGL. Dentro de la Comisión de Industria e Investigación, Marc Botenga sigue de cerca la industria farmacéutica.

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¡Firme la petición europea para que la vacuna sea accesible a todos!

La campaña tiene un sitio web multilingüe, donde cada ciudadano europeo puede firmar en su propio idioma. Ir a https://www.right2cure.eu/es

para ver el video por favor haga clic en la imagen

Right2cure video