Discurso de ManiFiesta 2021 por Peter Mertens, Presidente del PTB

Análisis
Author
Peter Mertens
ptb.be

Queridos amigos y amigas, queridos camaradas,
Es en los momentos más duros cuando conocemos a nuestros verdaderos amigos. Esto es lo que cuenta la sabiduría popular. Este verano han habido momentos muy duros. Y han habido muchos amigos. Tras las inundaciones, hemos asistido a una ola de solidaridad sin precedentes. Desde el primer momento, miles y miles de voluntarios acudieron a Valonia para ayudar a la población. Para vaciar las bodegas. Para repartir sopa. Para limpiar escuelas y tiendas.

He visto a estibadores bombeando bodegas, a voluntarios paseando con crepes y botellas de agua, a refugiados de un centro de acogida de Hainaut despejando una casa inundada junto a los bomberos voluntarios de Flandes Oriental. Esta solidaridad masiva y espontánea es reconfortante y muy significativa. En los momentos más duros, lo que se despierta en el ser humano no es el egoísmo sino el instinto de ayudarse mutuamente.

Nosotros también fuimos a ayudar con nuestros SolidariTeams. Somos el partido de la gente que actúa. Desde entonces, más de 2000 voluntarios participan en los SolidariTeams, de los cuales tres de cada cuatro son de Flandes.

Nuestros SolidariTeams vaciaron cientos de bodegas y distribuyeron más de 5500 litros de sopa en las zonas más afectadas.
Gracias a vuestro apoyo económico, hemos llenado dos camiones de lavadoras, microondas y frigoríficos, porque las compañías aseguradoras te dan medio frigorífico en el mejor de los casos, lo cual es de gran ayuda.

Nuestros Solidariteams están trabajando con 25 deshumidificadores industriales para eliminar la humedad de las paredes, casa por casa, y que la gente pueda volver a tener por lo menos un techo donde resguardarse.

Me conmovió profundamente esta impresionante muestra de solidaridad. Quiero hacer llegar un enorme agradecimiento a nuestros SolidariTeams, a todos los demás voluntarios y a todas las organizaciones. Gracias por vuestro compromiso y vuestra solidaridad. ¡Démosles un gran aplauso!

Tras la catástrofe de las inundaciones, una gran pregunta sigue sin respuesta: ¿Dónde estaba el gobierno?
He visto con mis propios ojos cómo tanto los trabajadores de Protección Civil, como los bomberos y el ejército, trabajaban sin pausa con las botas en el barro. Pero eran demasiado pocos. De los 1200 agentes con los que contaba la Protección civil antiguamente, el ministro Jan Jambon suprimió 800. Esto es lo que hacen los separatistas. Asegurarse de que nada funcione, asegurarse de que el Estado fracase.

El gobierno ha abandonado a su suerte a las víctimas de las inundaciones.

No es normal que semanas después de las inundaciones siga sin haber ninguna coordinación sobre el terreno, porque en este país fragmentado los políticos están más preocupados por atacarse los unos a otros que por ayudar a la población. ¡Todo el mundo tiene competencias, pero nadie es responsable!

No es normal que sean los voluntarios quienes tengan que poner en marcha el reparto de alimentos, los comedores sociales, los equipos de limpieza y los centros de distribución, mientras los responsables políticos se señalan con el dedo y se esconden en el patio trasero y en los despachos.

No es normal que el gobierno prefiera pactar con los buitres de las compañías aseguradoras en lugar de luchar para que las víctimas sean debidamente indemnizadas.

Queremos una comisión de investigación federal para analizar esta debacle a fondo. Nuestro país necesita dirigentes que realmente asuman sus responsabilidades.

We Are One

Queridos amigos, amigas y camaradas,

En nuestro país, está casi todo dividido. El hombre del tiempo del IRM (Instituto metorologico) no pudo predecir las inundaciones de julio en la televisión. Porque la meteorología es federal, pero las inundaciones son una competencia regional. "Solamente podemos decir cuánto va a llover, pero no podemos decir nada sobre las consecuencias", explica el IRM. ¡Es completamente absurdo! Una gota de lluvia es federal hasta que toca el suelo, momento a partir del cual se convierte en una gota de lluvia sea valona, sea flamenca. O bruselense.

Queridos amigos y amigas, los separatistas han dividido hasta las gotas de lluvia. También es por esto por lo que las inundaciones no fueron previstas a tiempo. Díganselo a las personas que han perdido a un miembro de la familia en las aguas torrenciales, díganselo a las 40000 familias cuyas casas han sufrido graves daños. Que hemos perdido un tiempo valiosísimo porque en nuestro país hasta la lluvia se ha dividido.

No aceptaremos nunca este separatismo irracional y estúpido. Hay que devolverle al IRM la posibilidad de hablar sobre las inundaciones y las crecidas, y la política del agua debe volver a ser una competencia federal.

Mientras tanto, Bart De Wever (Presidente de la N-VA) pretende que Flandes se separe de Bélgica y se fusione con los Países Bajos. Destruir primero el país para después pegárselo a otro país; sólo los separatistas pueden pensar en algo semejante.
La escisión es la única opción, dice De Wever. Los flamencos y los valones hablamos lenguas distintas y no nos entendemos. Los flamencos y los valones son como el agua y el fuego.

¿En qué mundo vive De Wever? Miles de voluntarios de todo Flandes acudieron raudos a Valonia, de manera espontánea, para ayudar con los maleteros llenos de palas, de escobas y de baldes. No había visto nunca una ola de solidaridad nacional como ésta.
¡Qué contraste con el rancio nacionalismo de la N-VA! Mañana, Bart De Wever celebrará el 20o aniversario de la N-VA en Plopsaland. Veinte años de separatismo y derechización. Veinte años de propaganda para enemistar a los flamencos, bruselenses y valones. Y... veinte años de dinero tirado por el retrete. Porque el separatismo nunca conquistará el corazón de los belgas. Incluso después de 20 años de agitación de disputas comunales, dos tercios de la población quieren menos separatismo y más Bélgica.

En las bodegas inundadas de Verviers, en las aguas del río Vesdre, es donde he visto a la verdadera Bélgica, la Bélgica de abajo. Cuando nos ayudamos, todos hablamos el mismo idioma. El lenguaje del balde que pasa de mano en mano, y que dice sin palabras lo que todo el mundo sabe: Esto es solidaridad, esto es nuestro país.

Queridos amigos, amigas y camaradas, vamos a detener el separatismo, vamos a cambiar el rumbo. Todos juntos.

Porque somos uno. Wij zijn één. We Are One.

Pensiones

Queridos amigos y amigas, queridos camaradas,

No es normal que sigamos teniendo las pensiones más bajas de toda Europa. No es normal que este gobierno también diga que tenemos que trabajar hasta los 67 años.

Este gobierno no cumple sus promesas.

¿Qué promesas hizo el Partido Socialista, qué promesas hizo Vooruit (Socialistas flamencos) antes de las elecciones? "No entraremos en un gobierno si la edad de jubilación se mantiene en los 67 años. "¿Qué dijeron los Verdes? "Aumentar las pensiones, no la edad de jubilación." Eso fue lo que dijeron. Pero la edad de jubilación sigue manteniéndose en los 67 años, el PS y el Vooruit entraron en el gobierno, igual que Ecolo y Groen, y todos han incumplido sus promesas electorales.

Pero, ¿qué es lo que está pasando aquí, en nuestro país? Todos los partidos tradicionales quieren hacer que la gente trabaje más tiempo, mientras que la gente dice: es imposible, nuestros cuerpos están agotados. Basta con preguntar alrededor de uno mismo: nueve personas de cada diez no quieren ni oír hablar de tener que trabajar hasta los 67 años. Tres personas de cada cuatro piensan que incluso a los 65 años es demasiado tarde. Por lo tanto, la edad de jubilación debe ser reducida. Porque a los 67 años, todos los trabajos son insoportables.

Queridos camaradas,

En el pasado, las personas con trabajos agotadores podían recibir su pensión anticipada a los 56 o 58 años. Esto se acabó. Es el pasado. El nuevo plan de pensiones de la ministra Lalieux hace que la gente trabaje más tiempo. Casi todos los sistemas que permitían dejar de trabajar antes, se han visto restringidos o bloqueados. La ministra dice ahora que se debería poder cobrar la pensión a los 60 años "si se tienen 42 años de carrera". Pero tener 42 años trabajados a los 60 años, es algo que casi nadie alcanza. Tienes que haber empezado a los 18 años, y por lo tanto, no haber estudiado, no haber repetido un curso, no haber trabajado a tiempo parcial y no haber parado por los hijos o para cuidar a una persona mayor. Así que esto no sucede.

Esta semana he recibido un mensaje de Martine, que tiene 46 años. Martine empezó a trabajar como enfermera a los 24 años. "La flexibilidad, la rapidez, la administración que es cada vez más importante, las nuevas tecnologías, todo esto pesa sobre la gente -dice-. Y sobre todo los cambios de turno son realmente duros. Hay muchos compañeros que sufren trastornos del sueño y hay mucho burn-out en el sector." Con la nueva normativa, Martine tendrá que trabajar hasta los 66 años en cualquier caso. "No entiendo cómo es posible, Peter -dice-. De verdad. Tengo una enfermedad reumática, y no sé cómo lo voy a conseguir. Será un desastre. Y aunque trabaje hasta los 67 años, no tendré una carrera completa, y por lo tanto no tendré una pensión completa”.

Los trabajadores y las trabajadoras están excluidos del debate sobre las pensiones. Se habla mucho "de ellos", pero a la gente como Martine casi nunca se le da la palabra.

Han trabajado duro toda su vida, hacen que la sociedad funcione, fueron aplaudidos durante la crisis del coronavirus, pero ahora se les pasa la factura. El gobierno había prometido la regulación de los trabajos duros, y ahora esta promesa también se está incumpliendo por completo.

¡Nosotros decimos: basta ya!
Hay que darle a la gente derecho al descanso y a la libertad en los últimos años de sus vidas. Queremos un sistema de pensiones justo.

Leemos en la prensa: "El PTB se mete en el debate sobre las pensiones." Afortunadamente. Afortunadamente, hay una voz que se alza para decir que no podemos seguir así. Afortunadamente, hay una voz que se alza para decir que hay que reducir la edad de jubilación. Afortunadamente, hay una voz que se alza para responder a los profetas del envejecimiento de la derecha, que afirman que es imposible pagar buenas pensiones, pero que acaban ellos mismos con una pensión de 6000 euros o más al mes.

"Impagable", exclama Bart De Wever. Pero esta palabra, "impagable", no formaba parte de su vocabulario cuando se trataba del trasvase fiscal, que cogía miles de millones de las arcas de la seguridad social para dárselos a las grandes empresas.

Esto debe ser condenado. Se está vaciando y debilitando el sistema de la seguridad social, para después exclamar que las pensiones son insostenibles y que la gente tiene que trabajar más tiempo. Financien la seguridad social de manera adecuada y justa. ¡Caramba! Dinamarca, Suecia, Austria, Francia y Portugal invierten en pensiones entre 25 y 50 % más de su riqueza que nosotros. Si ellos pueden hacerlo, ¿por qué nosotros no? Es cuestión de elegir. Es cuestión de elegir.

Por supuesto que el PTB se mete en el debate sobre las pensiones. En diciembre, el gobierno quiere volver con un nuevo plan. Tenemos tres meses para cambiar las cosas. Tenemos tres meses para presionar a favor de una reforma justa de las pensiones, y lo vamos a hacer.

Nosotros decimos:

  • ¡reduzcamos la edad de jubilación a los 65 años!

  • Démosles a las personas que lo necesitan el derecho a una jubilación anticipada a partir de los 60 años, tras 35 años de carrera.

• Demos acceso a empleos de sustitución a partir de los 55 años, sin pérdida del derecho a la pensión.
Esto es una política de pensiones justa.

Afganistán

Queridos amigos y amigas, queridos camaradas,
Estamos este 11 de septiembre, veinte años después del atentado contra el World Trade Center y veinte años después de la invasión estadounidense de Afganistán.

En aquella época, todo el mundo estaba a favor de esta guerra: el MR y la N-VA, pero también el PS y el sp.a, Groen y Ecolo. Fuimos los únicos que protestamos, y dijimos: "La invasión de Afganistán no hará más que empeorar la situación". El Vlaams Belang (extrema derecha) también estaba a favor de la guerra. Todavía puedo ver a Filip De Winter (Ex Presidente del Vlaams Belang) sosteniendo una pancarta en la que ponía: "Bush tiene razón".

Pero Bush no tenía razón. Afganistán es una debacle.

En lugar de la paz, Afganistán entró en una espiral mortal de violencia constante, con 46.000 muertes civiles.

En lugar de la democracia, Afganistán obtuvo un régimen corrupto y podrido. En lugar de prosperidad y progreso, Afganistán ha vivido años de miseria. Bush no tenía razón.

La verdad es que más de la mitad de los afganos viven hoy una situación de pobreza terrible. Aún hoy, siete de cada diez mujeres no saben leer ni escribir.
La verdad es que Estados Unidos, con su política de ocupación, no ha hecho más que fortalecer a los talibanes. No apoyándolos directamente, militar y económicamente, como en la década de 1980, pero sí causando numerosas víctimas civiles, bombardeadas por drones estadounidenses.

La verdad es que Estados Unidos no ha llevado la democracia y la prosperidad a Afganistán en absoluto. Los 2 billones de euros que Estados Unidos ha inyectado en el conflicto no han llegado a los afganos de a pie, sino que han ido a parar a los bolsillos de un régimen corrupto, de las milicias locales y de las multinacionales armamentísticas.
La verdad es que Estados Unidos no ha construido nada en Afganistán, y que hasta un castillo de naipes aguantaría más tiempo de pie. Lo cierto es que el régimen afgano se derrumbó al primer soplido y el ejército lo dejó todo atrás, aunque hoy los talibanes ya no luchan con armas de segunda mano de los años 70, sino con armamento estadounidense ultramoderno y sofisticado.
Esta es la verdad. Afganistán es un reflejo del fracaso de la política imperialista de ocupación militar e injerencia política. Una y otra vez. En Irak, la intervención militar dio lugar al horror del Estado Islámico En Libia, los bombardeos han traído la esclavitud y la guerra civil. En Afganistán, los talibanes están de vuelta.

Debemos aprender de todo esto. Es hora de que el gobierno de nuestro país opte por una política activa de paz, en lugar de seguir servilmente al imperialismo estadounidense en cada intervención militar.
Estamos a favor de la emancipación de los pueblos, por los propios pueblos y no por una política de ocupación militar.

Optamos por soluciones diplomáticas a los conflictos regionales.
Queremos una política activa de paz, no una guerra en beneficio del gran capital.

Clima

La historia no se desarrolla de forma lineal, en una única línea recta. El mundo cambia, a veces con saltos repentinos, a veces con momentos de ruptura. La debacle de Afganistán es uno de esos momentos de ruptura, igual que el drástico cambio climático.

Fue el calentamiento global lo que desencadenó todos los fenómenos meteorológicos de este verano. Fíjense en las inundaciones en Bélgica, pero también en Alemania y Austria. En Grecia, Italia, Turquía y California sucede lo contrario: incendios forestales que afectan a miles y miles de personas. Incluso Siberia fue asolada por una ola de calor e incendios forestales.
El problema del clima también es un problema de clase. En Verviers y Pepinster, son los trabajadores de a pie quienes viven en las zonas propensas a las inundaciones, que están mal aseguradas y que están ahora abandonadas a su suerte por los políticos. No son los mayores responsables del calentamiento global, pero son los que pagan la factura.

Para luchar contra el calentamiento global, el gobierno de la Vivaldi (nombre del gobierno actual) se plantea ahora imponer a toda la población una tasa sobre el carbono, una tasa climática. Pero al

mismo tiempo, los auténticos responsables, las multinacionales contaminantes, reciben 7.300 millones de euros en regalos. No salvaremos el clima con este tipo de política climática antisocial.

Ya es hora de hacer una revolución social del clima. No con lecciones morales. No con tasas verdes. Pero una auténtica política social del clima. En tanto que sociedad, en tanto que poderes públicos, tenemos que invertir en energía verde, en transporte público verde y en industria sostenible. El clima es demasiado importante para dejarlo en manos de los beneficios del libre mercado.

Haremos oír nuestra voz el 10 de octubre en la gran manifestación por el clima que tendrá lugar en Bruselas y en noviembre en la cumbre internacional sobre el clima en Glasgow (Escocia), donde asistirá 200 jóvenes activistas del clima de nuestro movimiento estudiantil Comac.
Esto es lo que necesitamos. Un movimiento climático fuerte, desde abajo, para una revolución social del clima.

Conclusión

Queridos amigos y amigas, queridos camaradas,

Hoy celebramos la undécima edición de ManiFiesta. La primera edición tuvo lugar en 2010 en Bredene. Los y las que estaban allí en aquella época, nunca lo olvidarán. Una fuerte tormenta de verano había derribado casi todas nuestras tiendas. El festival se tuvo que volver a montar en plena noche, para que pudiera seguir celebrándose. Somos persistentes, sin importar las tormentas.

Fue también en este primer evento de 2010, cuando lanzamos la campaña "somos uno", para protestar contra la clase política que estaba empecinada en llevarse la medalla de oro a las negociaciones gubernamentales más largas, así como el récord mundial de discurso de odio comunitario. Nuestra respuesta fue : no nos dejaremos dividir; juntos somos más fuertes.
Queridos amigos, mirad dónde estamos hoy, en Ostende, en la undécima edición de este singular festival de la solidaridad. En una ManiFiesta rebosante de compromiso y optimismo. Con un partido de 23.000 miembros, presente en todo el país. Con un partido que pesa en la política. Con un ideal socialista, como respuesta a las fracturas del capitalismo.

Queridos amigos, amigas y camaradas. Vamos a cambiar las cosas. Juntos, hacemos que gire la rueda de la historia. No hacia atrás, hacia la escisión, el odio y la división. Sino hacia adelante, hacia la unidad, la lucha y la solidaridad.

Gracias a todos y a todas por vuestro compromiso. Gracias por estar presentes.

¡Gracias ManiFiesta!
Wij Zijn Één. Wir Sind Ein. Somos Uno. We. Are. One

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