Raoul Hedebouw: "Hagamos de 2022 un año de resistencia"
Discurso de Año Nuevo de Raoul Hedebouw, presidente del PTB
2022 será un año de resistencia. Lucharemos para que sea un año mejor. Mejor que 2021, que no fue un año fácil. Nosotros, los trabajadores, los jóvenes, la gente en las calles, el PTB, daremos todo para que 2022 sea diferente.
Desde hace unos meses estamos viviendo una auténtica crisis dentro de la crisis, y me refiero a las desorbitadas facturas de la energía. Uno ya casi no se atreve a mirar su buzón.
Anna me escribió: "Raoul, tengo tanto miedo de no poder llegar a fin de mes que sólo enciendo la calefacción en las semanas que estén mis hijos. "Christian me dice: "Mis colegas del aeropuerto y yo hemos bajado la calefacción varios grados, estamos a un máximo de 15 grados." Y Joke, que trabaja en el sector de los vales de servicio, me dice que con su pequeño salario le cuesta sobrevivir. Para ahorrar dinero, sólo calienta la planta baja.
Cientos de miles de personas caerán en la pobreza. Tenemos cuatro ministros de energía, ¿y ninguno propone un plan a todas estas familias?
Decimos "¡Basta!" a este gobierno que es incapaz de sacarnos de esta crisis. Que se dejen de vacilaciones y bajen de una vez el IVA de la energía al 6 %. Por supuesto, no podremos contar con el apoyo de los partidos de derecha. Presumen de estar en contra de los impuestos, pero fueron ellos los que votaron en 2015 la subida del IVA a la energía del 6 al 21 %. ¡Qué hipocresía! Ecolo cree que bajar el IVA hará que la gente consuma en exceso. Realmente hay que vivir en una burbuja para creer que bajar el IVA hará que la gente quiera abrir las ventanas de par en par en pleno invierno. Pero, ¿qué podemos esperar de los partidos tradicionales de izquierda? El PS y Vooruit (partido socialista flamenco) habían dicho que este era un punto de esencial en las negociaciones con el gobierno. Han mentido. Con el PTB, hemos presentado una enmienda para cambiar la ley. Han votado en contra. Pero no nos rendiremos hasta que el gobierno cambie de opinión. Ya hemos recogido 300.000 firmas de personas que piden una reducción del IVA.
Y que no nos digan que no hay dinero. Nuestro servicio de estudios ha calculado que Engie-Electrabel obtiene un beneficio de nada menos que 2.600 millones de euros "gracias" a la crisis. Por un lado, tenemos una multinacional de la energía que gana una enorme cantidad de dinero de la noche a la mañana, y por otro, los hogares que pagan la factura... ¿Os parece lógico? Hay que utilizar estos beneficios para financiar la reducción del IVA para las familias.
Esta crisis es la ilustración perfecta del fracaso del sistema capitalista. Esto es lo que ocurre cuando se liberaliza el sector energético. Las grandes empresas se comen a las pequeñas, y luego las gigantescas se comen a las grandes. Entre 1997 y 2007 se produjeron nada menos que 247 grandes fusiones y adquisiciones. Engie ha absorbido otras 18 empresas en los últimos cinco años. Engie tiene más poder que nuestros cuatro ministros juntos.
Los monopolios privados controlan nuestra iluminación, calefacción y cocinas. Ellos deciden cómo se produce la energía, cómo se distribuye y cuánto cuesta. Para ellos, el gas y la electricidad no son necesidades básicas, sino meras mercancías que les permiten obtener enormes beneficios. Si se deja que el mercado decida, estos precios extremos no bajarán hasta 2025.
No hay que cambiar el proveedor de energía, sino el sistema. Queremos un sector energético público que esté en manos públicas y bajo control democrático, donde los consumidores y los trabajadores tengan voz y voto. Esta es la única manera de acabar con el caos del libre mercado y permitir que todos se beneficien de una energía sostenible y barata. Debemos hacer frente a los gigantes de la energía. Sólo la presión del pueblo puede lograr que cambien de rumbo.
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Compañeros:
Todo aumenta. La energía, las compras, el combustible... todo... excepto nuestros salarios. El aumento de los salarios es necesario para hacer frente al coste de la vida.
En 2021, los trabajadores de todo el país se han movilizado para defender el poder adquisitivo. En varias empresas, lograron una fuerza que les permitió romper el aumento salarial máximo de 0,4% impuesto por el gobierno. El pasado diciembre, los trabajadores de la planta de BASF, por ejemplo, consiguieron un aumento de 3 %. En la fábrica del jefe de Voka, la patronal más agresiva del país, también resistieron.
Hace unos meses, el jefe de ArcelorMittal en Gante quiso agradecer a los trabajadores de la planta su compromiso durante el periodo Covid ofreciéndoles un paquete de patatas fritas o una hamburguesa. Tenían que elegir. Al mismo tiempo, su jefe pagaba 100 millones de euros a los accionistas. “Eso es tomarnos el pelo", replicaron los trabajadores. Se declararon en huelga y consiguieron el doble de lo que el gobierno quería darles en un principio.
Nancy, una limpiadora de la región de Charleroi, me dijo : "En nuestro caso, las negociaciones salariales están bloqueadas. Los empresarios ni siquiera quieren pagarnos decentemente por los kilómetros que recorremos para ir a nuestros clientes en un momento en que los precios del combustible están en su punto más alto. Seguiremos presionando para lograr un progreso real.”
Me quito el sombrero ante todos los delegados sindicales que luchan cada día por mejorar las condiciones de trabajo y los salarios. En un contexto difícil, y ante una patronal y un gobierno unidos contra ellos.
Nancy, con el PTB, seguiremos estando a tu lado, y al lado de todas las empleadas domésticas, los trabajadores de BASF, de ArcelorMittal, de la industria química, de la metalúrgica, del comercio, de la logística, de la limpieza, de la sanidad, de la recogida de basura, del transporte... de todos los que conforman la riqueza de nuestra sociedad.
Basta ya. Luchar por los salarios significa exigir una parte del pastel, el pastel que hace -a menudo en condiciones difíciles- la clase trabajadora. Significa decir: "No, no es normal que los accionistas que no han hecho nada puedan meterse tanto en el bolsillo." El año pasado se transfirieron 6.000 millones de euros generados por los trabajadores del país, a los accionistas en forma de dividendos, Todo ello con la complicidad del gobierno. Sin emargo el 1 de mayo pasado, Paul Magnette (el presidente del PS) nos dijo que los empresarios tendrían que finalmente pagar, de lo contrario se congelarían los dividendos. ¿Pero qué pasó en realidad? La ley de congelación salarial se aplicó estrictamente y se pagaron todos los dividendos.
Por eso les invito a firmar y apoyar la petición que acaba de lanzar el Frente Común Sindical. Esta petición pretende que se revise la ley de 1996 que congela los salarios. Una ley votada por los partidos tradicionales con la complicidad del partido fascista Vlaams Belang. Tenemos que devolver la libertad a los trabajadores y trabajadoras del país para que consigan aumentos salariales reales.
Amigos, juntos haremos todo lo posible para que 2022 sea el último año de la ley de congelación salarial.
Necesitamos construir una fuerza de poder real. Las fuerzas patronales están a la ofensiva. Quieren utilizar la pandemia para aplicar la "estrategia de choque". Aprovechar un momento de crisis para imponer una agenda antisocial. Imponer más flexibilidad, reincorporar a los prejubilados, aumentar las horas extras... Todas estas exigencias patronales no solucionarán la crisis sanitaria y económica que padecemos. Al contrario, ¡harán que la gente se enferme aún más! No vamos a permitir que esto ocurra.
Queridos amigos:
Dos años. Llevamos dos años sufriendo la gestión catastrófica de esta crisis sanitaria, por estos gobiernos que solo organizan el caos. Los ministros cambian de opinión como cambian de camisa, cerran sectores enteros, un confinamiento aquí, otro allá. ¿Cómo pueden ser tan incapaces?
Nos prometieron el "reino de la libertad" confiando únicamente en la vacuna, e ignorando todas las demás barreras que hay que construir contra el virus. Sin embargo, se les advirtió: no es una solución milagrosa, ya vendrán otras variantes... Pero hicieron lo que les dio la gana.
Y lo peor, a pesar de nuestra oposición, aprobaron una ley pandémica antidemocrática. Al hacerlo, socavaron el poco poder parlamentario que quedaba en este país. Todo el poder está ahora concentrado en manos de un gobierno que es incapaz de sacarnos de esta pandemia.
Y eso que hemos propuesto alternativas. Hacer que los tests sean gratuitos, por ejemplo. Es lo mínimo que podemos hacer cuando los ministros recomiendan su uso generalizado, incluso para las escuelas. Que sean gratis es elemental, es lógico. Claro que es cierto que para un ministro que gana 11.000 euros al mes, no es ningún problema pagar decenas de tests a 3,50 euros cada uno... Pero para una gran parte de la clase trabajadora, no es tan fácil.
¿Y cuál fue la respuesta? "No me corresponde a mí pagarlos, sino a las regiones", dijo el ministro federal de Sanidad, Vandenbroucke. ¿Y los ministros regionales? "No nos corresponde a nosotros pagarlos, sino al gobierno federal."¿Pero cuándo dejarán de tomarnos el pelo?
En lugar de poner en marcha medidas sociales y preventivas, este gobierno quiere resolverlo todo utilizando la obligación y la represión. Con pases, multas, control y sanciones. A los liberales les gusta decir que luchan por la libertad, pero eso no es cierto. Aprovechan estos tiempos de crisis para restringir nuestras libertades. La Organización Mundial de la Salud nos advirtió desde el principio contra este tipo de medidas: "Hay que convencer, no obligar”.
También propusimos reforzar los servicios públicos. Refinanciar nuestros hospitales y mejorar las condiciones de trabajo del personal sanitario. Reforzar la primera línea que está en el frente todos los días. Dárles los medios necesarios a nuestros profesores para hacer frente a la difícil situación sobre el terreno. Liberar la vacuna de las garras de los gigantes farmacéuticos, poniéndola en manos de la comunidad, y levantando las patentes para permitir el acceso a todos. Pero el gobierno se hizo el sueco.
Este gobierno es incapaz de sacarnos de esta crisis. Saldremos todos juntos a las calles a exigir una política humana y justa para combatir el virus y proteger nuestros derechos.
Queridos/as amigos/as y camaradas:
Porque somos un partido de acción, no vamos a quedarnos de brazos cruzados. Porque la energía se está encareciendo demasiado, porque estamos hartos de ver bloqueados nuestros salarios, porque trabajar hasta los 67 años es imposible para la mayoría de los trabajadores, porque ya no es posible dejar que este este gobierno haga lo que quiera, con su ley pandémica, se ha apoderado de todo el poder.
Debemos organizar la resistencia. Os invitamos a la manifestación del domingo 27 de febrero en las calles de Bruselas. Manifestarse para decir "Basta" a este gobierno. Siempre ha sido en las calles que se consiguieron los grandes cambios históricos, es en las calles donde haremos retroceder a este gobierno. Invita a tus vecinos, colegas, familiares, a todo el mundo a venir y unirse a nosotros.
Cuantos más seamos, más podremos hacer de 2022 un año de cambio, de espíritu de lucha y de esperanza.
Feliz Año Nuevo a todas y a todos!