"Los precios deben bajar, Engie debe pagar" el PTB lanza la revuelta de los gorros furiosos

Los gorros son un símbolo de la actual crisis, la del gobierno que protege a las multinacionales de la energía y deja a la población pasando frío", explica Peter Mertens, diputado y secretario general del PTB. Este es EL debate que se ha producido en todos los hogares estos los últimos días: ¿encendemos la calefacción o no? Vuelve el frío, pero para cada vez más personas calentarse se ha convertido en sinónimo de arruinarse. Esto no puede seguir así. Animamos a que la gente firme y difunda ampliamente nuestro llamamiento que está en www.ptb.be/energie".

Para ejercer presión sobre al gobierno, el partido de izquierdas también organiza los Viernes de la Furia, comenzando con acciones en La Louvière y Courtrai. Las acciones irán in crescendo con convocatorias en Lieja, Seraing y Genk el 7 de octubre, en Bruselas y Gante el 14 de octubre y en Namur y Amberes el 21 de octubre.

El PTB presenta tres grandes medidas en su llamamiento: una bajada y congelación de los precios, un impuesto sobre los megabeneficios que ha obtenido la multinacional Engie-Electrabel en particular, y la vuelta del sector energético a manos públicas. "Estas tres medidas constituyen la base de un plan para responder a la actual emergencia social y a los retos que plantea esta crisis energética.

1. Bajar y congelar los precios

"Cómo se puede justificar la venta a 200 o 300 euros el megavatio-hora, o incluso más, cuando su producción cuesta unos 35 euros por megavatio-hora... Sin embargo, es así como Engie-Electrabel se enriquece sin hacer nada, mientras que cientos de miles de familias corren el riesgo de caer en la pobreza. Esto es inaceptable. El Estado puede y debe intervenir urgentemente para bajar y congelar los precios", defiende Peter Mertens.

El PTB propone congelar los precios de la electricidad en función de los costes reales de producción [1], introducir un techo máximo para el gas [2] y devolver así los precios de la energía al nivel de octubre de 2021. Nos aseguramos de que la factura de consumo medio de gas y electricidad nunca supere los 190 euros al mes para una familia y los 113 euros para una persona sola. El partido de izquierdas también aboga por una drástica reducción de los impuestos especiales, el IVA y otros, para bajar y congelar los precios de los carburantes, el gasóleo y los pellets.

2. Hacer que Engie pague mediante un impuesto sobre los beneficios extraordinarios (proyecto de ley Mertens)

"Engie va camino de obtener 9.000 millones de euros de beneficios extraordinarios -añade Peter Mertens-. Llevamos un año exigiendo que el gobierno intervenga estos beneficios extraordinarios. Desde hace un año, el gobierno ha estado minimizando, frenando y desviando la atención y aún no ha tomado ninguna medida." El pasado 20 de septiembre, el diputado del PTB presentó un sólido proyecto de ley, co-redactado con un bufete de abogados especializados, que responde a todas las objeciones del Consejo de Estado, y que permitiría aplicar un impuesto del 70 % a los beneficios extraordinarios de Engie y otros productores de energía. "Se podría aprobar mañana, y esos miles de millones se podrían emplear para bajar nuestras facturas. Otros países como Italia, Gran Bretaña o Grecia ya han tomado medidas en esta dirección. Es una cuestión de voluntad política", apunta Peter Mertens.

3. Retirar el sector energético de manos de las multinacionales

"No, hoy el mercado no se está volviendo "loco" como dice el Primer Ministro Alexander De Croo. Así es como funciona el mercado capitalista. Para las multinacionales de la energía, el gas y la electricidad no son productos de primera necesidad, sino meras mercancías para obtener el máximo de beneficio", explica Peter Mertens.

Desde 1999, todos los partidos tradicionales, desde los liberales hasta los verdes, pasando por los socialistas, han defendido la liberalización del sector. “Tenemos que ir en la dirección contraria", añade. “Hay que sacar del mercado sectores tan importantes como el de la energía y devolverlos a manos públicas para que produzcan en función del bienestar de las personas y de nuestro planeta, y no en función de los beneficios. Esta es la única solución de fondo para salir de la crisis que estamos viviendo.”

"Ante la mayor crisis de poder adquisitivo desde la Segunda Guerra Mundial, no vamos a quedarnos de brazos cruzados", concluye Peter Mertens. Necesitamos una política completamente distinta a la actual. Y vamos a tener que obtenerlo por la fuerza, ejerciendo presión. Llamamos a la población a movilizarse y a organizarse con nosotros, pero también en sus barrios, en sus empresas y, por supuesto, dentro del plan de acción de las organizaciones sindicales.

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[1] Fijamos el coste de producción más el margen para la energía nuclear y las renovables en un máximo de 50 euros/MWh, y el coste de producción de una central de gas en 70 euros/MWh, lo que sitúa el coste medio de producción de electricidad en Bélgica en un máximo de 75 euros/MWh.

[2] Máximo 70€/MWh, el precio de octubre de 2021, antes de las espectaculares subidas de los últimos meses.