El personal de Aldi obtiene la primera victoria del sector

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Rédaction
PTB.be

La cadena alemana de supermercados Aldi pertenece a una de las familias más ricas de Europa, y ha obtenido ventas récord este año. Lo que no impide que la administración haga recortes a la plantilla. Una huelga espontánea, sin precedentes, se convirtió en una primera victoria. El personal y los sindicatos de Aldi obtuvieron una extensión de las medidas y extras relacionados con el coronavirus, pero, especialmente, ganaron respeto.

La escasez de personal lleva presionando a los trabajadores de Aldi desde hace mucho tiempo. Tan pronto como comenzó la crisis del coronavirus, se les asignaron tareas adicionales, como la desinfección de los carritos de la compra. El confinamiento y las "vacaciones en casa" aumentaron notablemente el número de clientes en comparación a años pasados. Sin embargo, no se aumentó la plantilla, que se calcula sobre la base de las cifras del año anterior. Las horas extraordinarias sólo se previeron para guiar a los clientes en la entrada y, por lo general, las llevaban a cabo trabajadores temporales. Sin embargo, esta medida también se retiró prematuramente. Aldi está experimentando actualmente con un semáforo, para indicar a los clientes si pueden entrar.

Durante la crisis, los empleados de los supermercados eran considerados héroes porque atendían las tiendas en condiciones difíciles y asumiendo riesgos para su propia salud. En su momento les aplaudieron, pero ahora parecen haber pasado al olvido. La dirección de Aldi afirma que la pandemia ha terminado y está reduciendo rápidamente los pequeños pagos de indemnización al personal, pese a que la cifra de negocias ha aumentado un promedio del 10 % en el sector desde la crisis. Desde principios de marzo hasta principios de mayo, los supermercados belgas vendieron medio billón de euros más de lo normal. Beneficios récord por el que el personal tuvo que trabajar duro.

Al ritmo del cronómetro

Aldi es propiedad de la familia Albrecht, una de las familias más ricas de Europa. Los miembros de esta familia han acumulado un patrimonio colectivo de al menos 34.000 millones de euros, extendiendo su mantra de rebajas y bajo costo también a las condiciones de trabajo de su personal. Hoy un empleado de Aldi en Bélgica gana unos 12 euros por hora. Por este modesto salario, tiene que trabajar duro, al ritmo que dicta el reloj. Para cada tarea, se especifica cuántos segundos puede tardar como máximo. Sobre esta base, la dirección determina cuántas horas de trabajo pueden asignarse cada semana. En la práctica, suele ser imposible cumplir todas las tareas impuestas en estos plazos limitados. Incluso el equipo de reserva tiene poco personal, lo que significa que los trabajadores enfermos apenas pueden ser reemplazados.

La gama de tareas se ha ampliado considerablemente en los últimos años, pero no las horas de trabajo disponibles. Melissa (no es su nombre real), una empleada de una tienda de Aldi en Flandes Oriental, testifica: "Aldi introdujo un nuevo concepto hace unos años (ANIKO, Aldi North Instore Konzept) que está más en línea con el concepto de un supermercado de "calidad" con precios más altos. Se añadieron muchas tareas a las que ya teníamos. En el pasado, la mayoría de los productos estaban en un palé, ahora hay que ponerlos en los estantes. La gama de productos frescos también se ha ampliado considerablemente, lo que significa que tenemos que llevar a cabo muchos más controles de frescura. Las existencias han aumentado, pero los almacenes siguen siendo pequeños, por lo que perdemos mucho tiempo en salir y volver a reponer las existencias en su sitio. Pero además, tenemos que ayudar con las cajas registradoras. Para todas estas nuevas tareas, han contratado a una persona extra por tienda. Es muy poco. No podíamos manejar la presión antes del coronavirus."

Y en los últimos meses, la carga de trabajo ha aumentado cada vez más. Pero esto no impidió que la dirección de Aldi siguiera desplegando el nuevo concepto. "También estamos molestos por su nuevo concepto, que estaban decididos a implementar durante la crisis del coronavirus: carne fresca y nuevas vitrinas llenas de productos de marca en las cajas. No teníamos suficientes horas para eso, porque esas horas también tenían que ser gastadas en la desinfección y la comprobación de las reglas. Para nosotros, podría haberse pospuesto hasta el otoño", añade Melissa.

Los trabajadores exigen respeto

La huelga espontánea estalló el lunes después de una arrogante declaración de un director en una reunión del comité de empresa en Erpe-Mere: "Los que ya no quieran a Aldi, pueden ir enviando su currículum a otra parte." En pocas horas, la huelga se extendió a 36 tiendas de las provincias de Flandes Oriental, Amberes y el Brabante Flamenco.

El personal exige una solución a la elevada carga de trabajo, así como una ampliación de las horas extraordinarias y una compensación financiera por con el coronavirus. Por ejemplo, en julio, Aldi suprimió el aumento de la cuantía de los vales de comida a 8 euros por día (un aumento de 1,05 euros). La huelga rápidamente dio un primer resultado: El martes por la noche, la dirección anunció que el aumento de los cheques de comida se extendería al menos hasta finales de septiembre. Sobre el resto de compensaciones relacionadas con la crisis del coronavirus (como días libres adicionales), todavía no se ha tomado ninguna decisión. Pero el espíritu de lucha sigue bien alto. La falta de respeto por el personal en estos tiempos difíciles, cuando la empresa está registrando beneficios récord, hace que Melissa se enfade: "Cuando se obtiene tanto beneficio a expensas de la salud mental y física del personal, tiene sentido que beneficie a la gente que ha estado en el campo de batalla desde marzo."

Esta victoria en Aldi también es importante para los empleados de las otras tiendas, que a menudo recibieron beneficios temporales similares por sus esfuerzos adicionales durante la crisis del coronavirus. En Delhaize, por ejemplo, los sindicatos lograron que los vales de comida de mayor cuantía y los mayores descuentos para los empleados se mantuvieran hasta finales de diciembre, en lugar de hasta finales de junio como había propuesto la dirección.

 

El sector de la venta al por menor lleva en feroz competencia durante años. Delhaize y Carrefour ya fueron objeto de una importante reestructuración en 2015 y 2017. El año pasado, la cadena de descuentos holandesa Jumbo también tuvo acceso al mercado belga. La administración del supermercado está tratando de pasar los costos de esta guerra de precios y promociones al personal. Los bajos salarios, los horarios de trabajo flexibles y la falta de personal son una realidad en todo el sector. Sin embargo, los supermercados siguen obteniendo beneficios y pagan altos dividendos a sus accionistas. En 2018, tras siete días de acción sostenida, los trabajadores de Lidl pudieron cambiar la marea e imponer tanto la contratación de personal adicional como una reducción del ritmo infernal de trabajo. Es una fuente de inspiración para el personal de Aldi hoy en día y, quién sabe, si para otras tiendas en un futuro próximo.